La contaminación por plásticos en los océanos
Los océanos son uno de los ecosistemas más vitales de nuestro planeta, y la contaminación por plásticos en los océanos es uno de sus principales problemas de salud. El agua de nuestro planeta cubre más del 70% de la superficie terrestre y albergando una gran diversidad de vida. Sin embargo, a esta diversidad marina se le suma otra especie, el plástico.
Cada año, toneladas de plástico terminan en los océanos, causando daños significativos a los organismos marinos y al medio ambiente en general. En este contexto, el Día Mundial del Medio Ambiente se ha convertido en una plataforma global para generar conciencia sobre este problema y promover acciones para combatirlo. Este año, la propuesta de la ONU es dedicarlo a la concienciación de un mundo sin contaminación por plásticos.
Algunos estudios ya han determinado que en 2050, habrá más cantidad de plástico en las aguas de nuestro planeta que peces.
El plástico es un material duradero y versátil que se utiliza en una amplia gama de productos y envases en nuestra vida diaria. Sin embargo, su resistencia a la degradación natural también lo convierte en un desafío ambiental. Se estima que entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos cada año. Esto equivale a verter el contenido de un camión de basura en el mar cada minuto. Esta acumulación masiva de plástico tiene graves consecuencias para la vida marina y el ecosistema oceánico en general.
La repercusión de los plásticos en las especies marinas
La vida marina, desde las aves hasta los peces y los mamíferos marinos, sufre directamente los efectos de la contaminación por plásticos en los océanos. Muchas especies se enredan en redes de pesca abandonadas, cuerdas y anillas de plástico, lo que les causa lesiones graves e incluso la muerte. Además, los animales marinos a menudo confunden los fragmentos de plástico con alimento y los ingieren. Esto puede provocar bloqueos en el sistema digestivo, desnutrición y, en última instancia, la muerte. Estos efectos se extienden a lo largo de toda la cadena alimentaria, afectando tanto a los animales grandes como a los más pequeños, y finalmente, también a los seres humanos.
Para abordar la contaminación por plásticos en los océanos, se requiere una acción global y coordinada. Los gobiernos, las empresas y los individuos tienen un papel importante que desempeñar. Algunas medidas efectivas incluyen la adopción de políticas y regulaciones más estrictas sobre el uso de plásticos desechables, la promoción de alternativas sostenibles, como materiales biodegradables y compostables. También el fomento de la economía circular, donde los productos de plástico se reciclan y reutilizan en lugar de ser desechados. Además, es esencial educar a la población sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar los plásticos, así como fomentar un cambio de mentalidad hacia un estilo de vida más consciente y sostenible.
Divulgación por la salud de los océanos
También es fundamental fomentar la colaboración entre científicos, investigadores, organizaciones no gubernamentales y el sector privado para desarrollar soluciones innovadoras y tecnologías que reduzcan la cantidad de plástico que ingresa a los océanos.
El Día Mundial del Medio Ambiente nos recuerda que todos tenemos la responsabilidad de proteger y preservar nuestro planeta, incluyendo los océanos. Desde CORI tenemos claro que esta cooperación es la gran aliada del mundo que todos queremos preservar. Por ello trabajamos en nuevas formas de investigación y divulgación en amplios campos, también la detección de plástico en nuestros mares. Un ejemplo de ello es el Proyecto MIDAS, con el que creamos un microscopio con el que detectar microplásticos, a simple vista invisibles para el ojo humano pero que repercuten en la cadena alimentaria de las especies.
Juntos, podemos hacer una diferencia y trabajar hacia un mundo libre de contaminación por plásticos en los océanos. ¡El momento de actuar es ahora!